¿Cómo debo prepararme para la escuela?

  1. Explícale qué es una escuela o jardín infantil y qué divertido es ir ese lugar. Puedes comprar un libro para niños que muestre a uno de sus personajes favoritos yendo a la escuela. También hay episodios de series infantiles que abordan el tema.
  2. Lleva a tu hijo a conocer el lugar pero no lo presiones a que juegue o salude a las maestras o cuidadoras. La idea es que se familiarice y así pueda visualizar el lugar donde pasará varias horas de su día.
  1. Preséntale a su maestra(o) o cuidadora antes de iniciar las clases. Sácales una foto juntos y cuando estén en casa platícale a tu hijo de su profesora y de todas las actividades que harán juntos.
  2. Demuestra seguridad y tranquilidad. Los niños son muy sensibles y si perciben que tienes alguna aprensión o temor, lo sentirán. No demuestres tu ansiedad ni que tienes dudas sobre lo positivo de esta nueva aventura.
  3. Averigua si te permiten pasar tiempo con tu hijo el primer día. De esa manera, antes de salir de casa le podrás explicar a tu chiquito que mamá o papá estará con él o ella este primer día tan especial para jugar juntos. Sin embargo, es muy importante aclarar que eso será el primer día solamente.
  1. Recuerda siempre despedirte. Cuando ya lo dejes por primera vez solo en el jardín de niños, siempre recuérdale que regresarás por él o ella. Puedes dejarle una foto tuya para que te mire cada vez que te extrañe.
  2. Prepárate para que al segundo día le cueste más separarse de ti. ¿Por qué? Porque tu hijo ya sabe qué esperar. Es normal, pero no te angusties. Con el pasar de los días la separación le costará menos, especialmente si va al nido a diario y esa será su nueva rutina.
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El aprendizaje puede ser divertido

La denominada pedagogía del juego es una metodología que busca formas de enseñanza que entretengan y estimulen el aprendizaje. Se utiliza principalmente en primaria, ya que para los niños más pequeños jugar es cotidiano y aprovechar ese tiempo para estimular el aprendizaje les es útil para él futuro. Pero no sólo en pre-kinder o kinder se puede realizar; en la enseñanza básica, media e incluso superior, enseñar con didácticas entretenidas, puede beneficiar mucho a los alumnos.

Según Salas, la experta de la UDP, existen tres características vitales en esta pedagogía: el que sea una actividad placentera y divertida, ya que esto se une con factores afectivos y emocionales que son fundamentales en el aprendizaje. La segunda se refiere a que jugar es una experiencia de libertad donde se explotan elementos cognitivos relevantes, como el reconocimiento de reglas que permite autonomía como jugador. La última característica es que se trata de un proceso de motivación intrínseca: “Parte de una disposición interna de aprender, lo que hace que deseen participar e involucrarse con el aprendizaje a través de los otros”, señala Salas.

El resurgimiento de esta enseñanza para Adlerstein indica que “estamos en una sociedad de la información que se ha ido dando cuenta que el juego potencia el aprendizaje”, y agrega que “también en la universidad y con profesionales se está haciendo esto, para que se enfrenten a diversos desafíos. El juego es una forma de aprender para todas las personas de todas las edades”.

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Aprende de tu pequeña gente

A medida que niños y niñas crecen van ampliando espontáneamente su espacio de indagación y conocimiento. Especialmente a partir de los 2 años, el juego y la exploración se convertirán en el principal mecanismo de aprendizaje, ayudándole a ampliar sus experiencias y saberes, probando, ensayando, errando y acertando. Es precisamente ese proceso el que gatilla la importancia de complementar y potenciar en otros espacios los aprendizajes que se pueden obtener en casa.

Las neurociencias han demostrado que, si bien el cerebro humano es plástico y aprendemos durante toda la vida, es especialmente durante los primeros años donde las ventanas de oportunidades permiten captar más información y desarrollar decodificaciones que impactarán hasta nuestra vida adulta.

De ahí la importancia de contar con un adecuado espacio de estimulación en distintos ámbitos (desarrollo del lenguaje, desarrollo socioemocional, matemático, artístico y visual), haciendo la diferencia en el desarrollo integral de niños y niñas. El espacio y las actividades que se generan en el jardín infantil abren a nuestros hijos múltiples posibilidades de conocimiento presente y futuro.

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Escogiendo las clases correctas

Cada país tiene su propio programa educativo, pero en general se trata de un sistema que contribuye al proceso de desarrollo y aprendizaje del niño en varias áreas:

– Emociones: los niños aprenden a regular sus emociones, a resolver conflictos y a respetar las reglas de convivencia en el aula,

– Comunicación: han de adquirir confianza para poder expresarse y dialogar con los demás, las actividades que se realizan en el aula tratan de potenciar la capacidad de escucha y comunicación.

– Interés por la lectura: todavía no saben leer ni escribir, pero ya desde las primeras etapas de la educación infantil se trata de potenciar el interés y gusto por los libros realizando lecturas en clase y acercando los cuentos a los niños.

– Destreza física: actividades de psicomotricidad y juegos de movimientos corporales les preparan para conocer, controlar mejor su cuerpo y prepararlos para el deporte. Son actividades que mejoran sus habilidades de coordinación, control, manipulación y desplazamiento.

– Letras y números: no se enseña al niño a leer o escribir pero sí ponerlo en contacto con el mundo de las letras y el lenguaje escrito. También con los números y la cantidad que representan.

– Interés por el entorno: se trata de formar a los niños para que conozcan los fenómenos naturales y a los seres vivos, al mismo tiempo que adquieren costumbres favorables al cuidado del medio ambiente.

– Estimular la creatividad: se fomentan iniciativas para que el niño use la imaginación y la exprese por medio de la música, pintura, teatro…

– Valores: los niños han de reconocer los principios básicos para la vida en sociedad. Se les enseña a actuar en base al respeto a los demás, la tolerancia, la empatía, la diversidad o la generosidad.

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